Por qué es más feo ser femenina que feminista (o el misterio de la pancarta de Chanel desaparecida)

Fue la primera foto que vi del desgraciado desfile de Chanel y la única que me ha costado encontrar. Ha desaparecido casi totalmente, al menos en mi torpe búsqueda, a pesar de que ofrece un primer plano de la Kardashian modeli, pasaporte seguro al retuiteo y la réplica. Dice: «Feministe mais femenine» una reformulación del clásico y mucho más honrado «soy femenina, no feminista». La ciberdesaparición me da que pensar en las razones que habrán llevado a la policía de Chanel a secuestrar precisamente esa imagen, probablemente la única que da pie a la polémica (Chanel quiere tu atención y tu dinero, no tu discusión) y desvela fatalmente ciertos códigos que, aunque no había que ser Nostradamus para predecir, sí quedaban en la duda de la falta de pruebas. A saber:

 

chanel

 

a) Karl Lagerfeld se repite como el ajo al volver a usar la estrategia de fagocitar los síntomas inequívocos de un nuevo siglo para vendernos sus ideas textiles. Efectivamente, el feminismo está everywhere. Pero usarlo cual zanahoria para los burros sin saber lo que te traes entre manos es tan burdo como los que llevan la camiseta de los Ramones sin pajolera idea del Hey ho, let’s go. Pobreza mental a saco.

b) Pero es que, me dirán las acólitos, se trata de otra ironía de Karl, que en realidad se mofa del griterío callejero de turno y se mea en el histerismo de las feministas, desde la abuela jipi que defiende el derecho al aborto en las calles de Madrid a la Emma Watson que presenta campaña en la ONU. Las señoras Chanel no se manifiesta. Si acaso, comentan las manifestaciones con displicencia e incomprensión. Sólo diré que el imperio de la ironía, cuando esta no está cargada de bondad, produce monstruos.

c) Al adornar a sus feministas con lo femenino, el Kaiser de la tontuna ha escrito un oxímoron como una catedral, un lugar común y, de paso, se ha meado (de nuevo, debe tener mal la próstata) en la memoria de Coco Chanel. Chanel supo subvertir el armario en un tiempo de verdadera rigidez de los códigos de género, abrió la veda para el intercambio de prendas entre sexos y cultivó una sobriedad agria que, ciertamente, poco tiene que ver con lo femenino, tal y como nos lo venden y tal y como lo entiende Karl (ya sabemos que Adele no es femenina a pesar de su tipo de matrona, sino gorda). A Karl le gusta la mujer como objeto al que vestir; la mujer construida para lucir la ropa; la mujer para ser mirada y, si es divertida, acaso escuchada (pero tampoco mucho rato). La única hembra que admite en su intimidad es Choupette. Su gata. No digo más.

d) La mujer de Karl y, en general, la mujer de la moda (hay excepciones, cuidado, que sí reconstruyen la programación genérica) forma parte del absurdo de un sistema que pretende hacernos creer que hombres y mujeres son distintos. Que tienen características, naturalezas, inclinaciones diferentes. El hombre es competitivo. La mujer, cuidadora, generosa y buena comunicadora. Bullshit. Todo es procede de siglos y siglos de lavado de cerebro destinado a mantenernos a nosotras en lo doméstico, en la maternidad, en los cuidados, y distraídas con asuntos que a ellos les importan más bien poco, como las dietas, el maquillaje, la peluquería o la moda. Lo importante es que estemos monas (y compremos Chanel) mientras ellos van a la Luna, construyen telescopios o dirigen el país. Esto ya lo dijo en 1949 Simone de Beauvoir («no se nace mujer, se llega a serlo»), pero por algún motivo la mayoría de las mujeres hacemos oídos sordos al asunto.

e) Así que, claro, una feminista ha de ser por fuerza fea, ya que ha dejado de cultivar lo propio de la mujer para «invadir» los usos de los hombres. Cierto es: una feminista jamás se definirá como femenina, porque en cuanto conoces (o te cuentan) la mecánica de siglos y siglos de dominación destinados a relegarnos a simples subalternas de lo masculino, te resulta natural prescindir de un adjetivo que convoca usos, asuntos, características que no están tanto en tu naturaleza como en la necesidad de los demás. Eso no significa que a una feminista no le guste la moda o pase de su apariencia. Significa que es una persona que no se pliega a la construcción cultural en donde la pretenden encajonar. La primera tarea de una feminista es abandonar lo femenino. Al menos mentalmente.

Por todo esto, cuando conozco a una mujer, me parece tanto más fea cuanto más femenina es. Femenina en cuanto a sumisa, dependiente, víctima, sufridora en tacones o incómoda en el vestir, necesitada del visto bueno masculino, vanidosa en exceso, servil, eróticorecargada, egocéntrica, infantilizada. La artista Carmela García dijo una vez que «quien no es feminista es mala persona». Opino lo mismo. Para mí, no hay nada más feo que una mujer femenina hoy.

Un Comentario

  1. Quiero ser un hada (@quieroserunhada)

    Pero es que ser femenina no tiene por que ser » sumisa, dependiente, víctima, sufridora en tacones o incómoda en el vestir, necesitada del visto bueno masculino, vanidosa en exceso, servil, eróticorecargada, egocéntrica, infantilizada»

    Yo tengo un importante lado femenino y no me identifico en absoluto con nada de eso Infantil si que soy, pero eso no significa que me infantilicen. Tampoco me gustan los tacones, los pendientes o el maquillaje, pero si me gusta la ropa femenina ¿que hay de malo en ello? Soy servil en muchos aspectos, pero no en un grado exagerado.

    En mi opinión el feminismo acierta al decir que las mujeres no tienen por que ser femeninas, pero creo que comete un error en ver lo femenino como algo malo. Hay muchos hombres femeninos, y el que se desprestigie las cualidades femeninas no es nada bueno en una sociedad que te penaliza por salirte de tu rol.

    Conozco a muchas chicas con carácter masculino, y no veo bueno el criticarlas ¿por que si es aceptable el criticar a personas femeninas, sean hombres o mujeres?

    Conste que estoy de acuerdo con el concepto general del artículo, pero para mi lo femenino es importante, y no quiero que se minusvalore, igual que no creo que se deba de minusvalorar lo masculino. Aunque claro, también es una cuestión de definición.

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    • Fernández Hernández

      Me encanta porque has reducido la feminidad a que te guste un determinado tipo de ropa. Si te parece que lo femenino, una construcción cultural con siglos de historia, se reduce a que te guste un tipo de ropa es que no hemos avanzado nada o hemos avanzado muchísimo. Lo femenino es inferior desde el principio de los tiempos y por ello adscrito a las mujeres, que son el sujeto subalterno de la Historia, el otro, lo contrario a lo masculino. Si te quieres meter ahí, es tu libertad. Te animo a que antes leas algo sobre la construcción de la feminidad. La ropa, ah, la ropa, es sólo la excusa para hablar de la construcción de los géneros. Es sólo la patita del lobo que se ve por debajo de la puerta.

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      • Quiero ser un hada (@quieroserunhada)

        No,no lo he hecho. Es de lo único que he hablado, y lo he hecho en base a los puntos que tú has mencionado, pero la feminidad para mi es mucho más. Es colaboración, es emoción, es empatía, es intuición, es vulnerabilidad (y no, la vulnerabilidad no te hace inferior), es romanticismo,…

        Yo soy así, pero esta parte de mi se me ha negado por que se supone que ser así es ser «inferior»,y esa idea es la que no voy a consentir.

        Lo femenino no es inferior. ¿Ha sido tratado como inferior? Si. Tú lo estás haciendo en este mismo instante. Pero el que lo trates como inferior no lo hace inferior.

        Probablemente tú seas una persona masculina, y eso no tiene nada de malo. Pero yo soy una persona femenina, y eso siempre me ha pasado factura. ¿Por que? ¿Por que lo femenino es inferior? No, simplemente por que se suponía que yo no debía de ser así. ¿Y sabes qué? No es justo. No es «feminista» el tratar de encasillarnos en un rol, aunque sea el mismo rol para todos. El feminismo, la igualdad, no consiste en que todos seamos iguales a base de hacernos a todos masculinos.Consiste en que todos iguales por que todos podamos ser como somos.

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  2. Quiero ser un hada (@quieroserunhada)

    Hola, he estado mirando otros artículos en tu blog y la verdad es que me ha gustado como piensas, que no es tan distinto a mi. Creo que nos perdemos sobre todo en la semántica, así que voy a hacer un esfuerzo para aclarar las cosas.

    En primer lugar, soy un hombre. Disculpa que no lo aclarase. Intencionadamente hablo de manera ambigua para que no se pueda saber, y en general creo que esto no debería de importar dado que no debería de cambiar las cosas a la hora de debatir. Pero he visto que te esfuerzas por animar a romper los roles y por ello es natural que tomes en consideración el rol de la otra persona.

    Como ya he dicho, estoy de acuerdo contigo en términos generales, e incluso más allá. Si me he revuelto contra algunos conceptos es por que si se dice que es «inferior» o «malo» aquello que por el rol masculino siempre se me ha negado, se refuerza el que se me vuelva a negar. En este sentido es más fácil comprender a una mujer que tiende a lo masculino, por que parece que todo son ventajas, pero cuesta entender al hombre que tiende a lo femenino sobre todo por que se insiste en que lo femenino es «malo».

    Pero tender a lo femenino no es cumplir el rol femenino clásico. Permíteme un ejemplo indicándote lo que quiero o no de algo de lo que escribiste:

    «Lo que se entiende por mujer socialmente hablando, ese ser mitológico, trágico y mágico» >> Si lo quiero

    «esa madre coraje supermana, esa microvíctima de la sociedad y macrovíctima de sí misma, la que compra furiosamente sí o sí, se siente femenina o tiene un bad hair day que le impide salir de casa» >> No lo quiero

    «la que llora y da pena o miedo o todo lo anterior a la vez, la que habla como si tuviera 12 años en vez de 42, la que no se atreve a decir ni mu o no le interesa saber» >> Si lo quiero

    «Esa que se hipersexualiza para sentirse alguien. La que está a dieta aunque su pierna es como mi brazo o la que sólo se entiende a sí misma como complemento directo de su pareja, su bestie o padre» >> No lo quiero

    «La que no tiene animales en casa por no quitar pelos» >> Si lo quiero

    «La que se retoca cada veinte minutos» >> No lo quiero

    «La que necesita protección, permiso, reafirmación» >> Si lo quiero

    Como puedes ver, no es que quiera el rol femenino. Quiero características del rol femenino y aún así habría que matizar. Por ejemplo ¿Por que quiero necesitar protección, permiso y reafirmación? Pues por que ya me ocurre. Ya lo necesito y además es algo a lo que no quiero renunciar. No es que quiera bloquearme por no tenerlo, pero prefiero tener que pedir permiso y así garantizarme que no causo problemas. Quiero estar con gente que me proteja y me reafirme. Me gusta la ingenuidad, y por eso me gustaría poder ser como si tuviese 12 años, y no molestarme en discutir demasiado ni en saber cosas que no me satisfacen.

    Trabajo en e-learning, y creo que estoy haciendo cosas buenas por la humanidad. Y en ese sentido puedo hacer mucho bien sin distraerme con cuestiones como la política o la economía. He estado ahí. He discutido mucho. Pero no me satisface. Si puedo hacer bien sin distraerme con estas cuestiones que me hieren ¿por que no hacerlo? Mi padre saca cada dos por tres los problemas del mundo, y a mi eso no me gusta. No quiero preocuparme por ello. No es por egoísmo, pues se que puedo hacer bien en otros campos. Este debate se lo dejo a otros.

    Hay una última cosa que me gusta de lo femenino. Me gusta lo lindo. No me gusta lo sexual, pero si lo lindo, lo mono. Me gustaría ser así. Me gustaría ofrecer una imagen amable y atractiva: adorable. Las mujeres pueden ser así ¿por que los hombres no? Pero si encima se dice que ser así es situarse en una situación de inferioridad, siento que se me cierran las puertas.

    Me hace sentirme mal por querer ser femenino. Como si eso significase ir contra el feminismo. Y ese pensamiento me limita y me acongoja. Por eso reaccioné como lo hice. Disculpa.

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  3. Fernández Hernández

    Amigo, creo que no estamos hablando en el mismo plano… Todo eso que te gusta de la feminidad de lo que hablas en el primer mail es un constructo social. Quiero decir que son características construidas por la cultura y adscritas a las mujeres para, por ejemplo, mantenerlas en casa y en los cuidados. Que a ti te gusten y las quieras ejercer (además de subversivo siendo hombre y delicioso a mis oídos) es otra cosa que no tiene que ver con la marginación histórica de lo femenino. Lo femenino, además, no es malo per se. Simplemente las mujeres tenemos el derecho de sustraernos a ello, de emanciparnos de esa programación para elegir, libremente, nuestra identidad. Quiero elegir que apps me bajo a mi disco duro, no ser maternal y cuidadora porque el sistema lo diga.

    Yo no hago inferior a lo femenino sino siglos y siglos de historia de subalternidad. Te insisto en este término crítico. Te ayudará a comprender que no hablo de percepciones personales sino de procesos históricos. La subalternidad nos ha negado espacio (salir de casa), derechos políticos, sexuales, sociales, económicos y hasta ir a la universidad hasta hace nada. Si eso no te parece minusvalorar lo femenino, no sé yo.

    Pasas de nuevo a lo personal al hablar de si yo soy masculina o femenina y te delatas, porque entiendes el mundo como un sistema binario. Esa percepción está cayendo. Entre ambos hay toda una escala de grises, mucho más rica, que nos han negado. Te equivocas al pensar que soy una persona masculina. Al contrario. Soy más femenina de lo que me gustaría. Estoy tratando de emanciparme de todo eso que preexiste en mí para tratar de encontrar lo que realmente soy. Donde tú lees encasillar yo he escrito liberar (te repito que este texto iba dirigido sólo a las personas socializadas como mujeres -no han tenido opción de elegir- y no es tu caso).

    Que tú, siendo hombre, quieras el rol femenino es subversivo de la misma manera que una mujer que se presenta masculinamente es subversiva. Lo triste de todo esto no es que elijamos libremente nuestra identidad y nuestra subjetividad, es que SEA SUBVERSIVO.

    Que tú quieras ser femenino es, como te decía, delicia para mis oídos. Que una mujer quiera mantenerse en el rol que le ha tocado en gracia sin haber puesto en marcha su sentido crítico, sin haberse deconstruido y vuelto a construir para elaborar ella misma su sujeto (ha de hacerlo, porque el sujeto femenino, como te explicaba, nos viene dado de fábrica por siglos y siglos de historia, no así el masculino, que es más libre aunque también tiene su constructo castrador), me da lástima.

    Por supuesto, sobre tus opciones personales de vida y tu historia familiar total respect. Todos hacemos lo que podemos.

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  4. Fernández Hernández

    Para aclarar un poco el panorama, copio y pego un resumen de un libro reciente que la escritora y feminista Laura Freixas ha puesto en su Facebook. Te haces bastante bien a la idea de cómo el hombre blanco poderoso (el patriarcado, otro término crítico muy expresivo que está en la base de nuestra cultura) se las ha arreglado hasta hoy para mantener a las mujeres alejadas del conocimiento o invisibles a pesar de su trabajo, que es imprescindible (yo creía que era lo único, pero un buen amigo me señaló la cantidad de personas ‘leídas’ que son demonios, y tiene razón) que puede realmente liberar al ser humano de roles predeterminados. La Historia, tal y como la conocemos, es sólo la Historia de la mitad de la Humanidad. Eso es una tragedia para la otra mitad al menos.

    Leído:»Intellectuelles», ensayo sobre lAs intelectuales en la historia francesa. Muy interesante. Lo resumo aquí:

    Sous la direction de Nicole RACINE et Michel TREBITSCH
    Intellectuelles (Du genre en histoire des intellectuels)
    Éditions Complexe / CNRS, 2004

    -La tarea de la crítica feminista es socializar los textos de mujeres para cambiar el conjunto de la cultura, 15
    -Tomar en cuenta a las mujeres en la historia del pensamiento lleva a cuestionar la periodización, p ej el affaire Dreyfus como fecha de aparición de lxs intelectuales, 21
    -Historia oficial presenta intelectuales como colectivo puramente masculino. Pero Edad Media, Renacimiento: en los monasterios cientos de mujeres descifraban manuscritos, enseñaban a adultos… Muchas mujeres tienen autoridad intelectual. 45 Pero a partir del XIII los hombres intentan alejar a las mujeres de las instituciones que dispensan el saber. ¿Cómo? Utilizando el viejo argumentario misógino de la Antigüedad y judeocristiano (a todos los niveles: también en los “fabliaux” y “farces” populares) y nuevos argumentos como naturaleza, pero también intimidando mujeres o violándolas, 45-6.
    -Mujeres denuncian misoginia de los intelectuales ya en el s. XV: Christine de Pizan, 47-8. Mujeres consiguen volver a ingresar en el panorama intelectual gracias a: 1/ que hay reinas o regentas, 2/ se desarrolla el mercado del libro, 3/aceptación por parte de los humanistas. S. XVI aparecen salones=lugares de encuentro, debate y producción intelectual entre letrados de ambos sexos; mecenazgo ejercido por mujeres, 52.
    -Hostilidad profunda y duradera de la masa de intelectuales hombres hacia “mujeres sabias”, 52
    -S XVII: muchas mujeres participan en las grandes cuestiones intelectuales gracias a un nuevo lugar de encuentro y debate: salones. “Querelle des Femmes”: un fenómeno que dura 4 siglos (XIV-XVII) y poco conocido, 59 ss. Hay muchas intelectuales importantes: historiadoras, helenistas, novelistas, escritoras de cartas, memorialistas…, célebres en su tiempo (entre 1663 y 1811 aparecen 15 antologías críticas de textos femeninos), en el XVII se acepta con normalidad (Montesquieu: “Il n’y a plus qu’un sexe, et nous sommes tous femmes par l’esprit”), pero publican anónimamente o bajo seudónimo masculino, son amateurs porque no pueden acceder a la Universidad, y han sido olvidadas por la historia, 61-3.
    -Gran escritora olvidada hoy (pero que fue leída y citada por Chateaubriand y Hugo): Madeleine de Scudéry, 64 ss. Su enemigo Boileau escribe sátira Contra las mujeres (1992) y en particular contra Scudéry, mientras que otros la y las defienden: Perrault, Apología de las mujeres (1694).
    -Enciclopedistas: se habla en esa época de “hombre de letras” pero no de mujer de letras. Mujeres son aceptadas como mecenas (Mme de Pompadour), “salonnières”, no como escritoras, aunque las haya. Siglo de las Luces = ascenso social y de influencia del intelectual, creación academias, comercio de libros, derechos de autor, aparición de la novela… 74 ss Debate entre quienes defienden profesionalización del intelectual (Diderot) y quienes prefieren mecenazgo principesco (Voltaire). Mujeres optan por la novela porque así pueden acceder al campo literario por el reconocimiento del público, no necesitan a las instituciones, además es género nuevo, sin autoridades masculinas. Consecuencia: se considera que novela, en particular epistolar y/o amorosa, es género femenino. Su lectorado también lo es. 79-80. También hay autoras de ficciones pedagógicas destinadas a difundir ideales de las Luces: legitiman su actividad escritora por la utilidad. Actitud paradójica: se someten al ideal de mujer (escriben sobre lo doméstico y para mujeres y madres), pero por el hecho de escribir y publicar lo transgreden, 79-80.
    -Mme. de Staël sobre mujeres en la sociedad: “todo es arbitrario tanto en su éxito como en sus tropiezos. Tan pronto lo son todo como no son nada. Se les echa en cara como un crimen que usen un poder que las leyes no les dan” 82.
    -S. XVIII-XIX: mujeres que participan en el debate intelectual pero afirman que no les interesa el saber y no tienen ambición intelectual, 85. No publican, en parte por el prejuicio aristocrático contra autores. Mujeres más próximas a los escritores del s. de las Luces ejercen autoridad social e influencia cultural (mediante salones) pero no escriben o no publican. El salón (y en general sociabilidad mundana) es el espacio legítimo en el Antiguo Régimen de la acción femenina. 88-9
    -A lo largo del XVIII se satiriza a mujeres sabias. “El éxito de la figura satírica de la “preciosa” muestra el fracaso de las tentativas de esas mujeres para ser a la vez mujeres de mundo y mujeres de letras. Después de la crisis de las “preciosas”, una y otra figura ya no son compatibles” 93. Las que lo intentan no obtienen ningún éxito y son ridiculizadas, 94-5.
    -El salón ofrecía a las mujeres un campo de acción social, cultural y político, pero las recluía en él (y ser salonnière no incluía publicar). 96. Revolución excluye a las mujeres del espacio cívico y político, 87, y establece distinción tajante privado/público. Además discurso republicano denuncia salones. La cultura política se desplaza al nuevo espacio público, reservado a los hombres y opuesto al espacio doméstico y familiar. Toda forma de acción intermedia es vista como conspiración. Se denigra a la mujer sabia. 96-7. Mme de Staël que es a la vez mujer de mundo y mujer de letras es uno de los personajes más ridiculizados de la década 1780, 98
    -En el siglo XIX, y hasta 1914, apenas hay mujeres intelectuales: o no tienen obra, o no se comprometen políticamente. Excepción: George Sand, 101. Reina desconfianza respecto a influencia de las mujeres (se las ve como derrochadoras, oscurantistas, frívolas, bajo influencia Iglesia, seductoras). Se refuerza mundo público masculino (mujeres son distracción, peligrosas seductoras): café, club, tertulia, masonería, taller del artista… Se establece obligación escuelas para niños, no para niñas. Mujeres tienen deber de dar felicidad a su familia, ángel del hogar: ideología transmitida por literatura popular muchas veces escrita por y para mujeres, 102-3. Balzac: “La mujer casada es una esclava a la que hay que saber colocar en un trono”, 104.
    -“Rara vez en la historia la división sexual ha alcanzado un grado de voluntad coherente como en el s. XIX”, 104. Se establece dicotomía: hombre=creador como Dios (se apela al Génesis), mujer solo puede reproducir, copiar, escuchar, auxiliar: musa, ángel. Esa visión dificulta para mujeres acceso al saber y la creación. Sería crimen de lesa feminidad, ambición sacrílega, traición al deber de felicidad familiar, se dice que ambición intelectual las condena a esterilidad, soltería. Se entiende la búsqueda encarnizada de la felicidad por parte de una GSand, como reacción, 104-5.
    -Mujeres no se someten, buscan el saber de forma autodidacta, en particular por la lectura, de ahí iconografía de la lectora que “expresa sobre todo los fantasmas masculinos”, 105.
    -Sociabilidad femenina en el XIX, menos vistosa que la del XVIII, sin embargo existe, sirve para que mujeres ejerzan influencia política, influyan sobre nombramientos, etc. Pero el suyo es visto como poder ilegítimo. Al exigir más transparencia, las sucesivas repúblicas contribuyen a masculinizar el ejercicio de la política.,107
    -En el XIX crece el feminismo apoyándose en el desarrollo del sector terciario y profesiones intelectuales, aparecen abogadas, médicas, periodistas. Feminismo usa las armas tradicionales del intelectual: manifiestos, campañas, prensa. Ejemplo de Sand, mujer comprometida, nos muestra las dificultades: se la llama “égérie”, descalificándola, 109. Ella vacilaba, se replegaba en su posición de mujer, que en cualquier momento puede retirarse de la esfera pública. Maestras, abogadas, médicas, dan al feminismo la base sociológica. En la Belle époque aparece la “mujer nueva”, económicamente independiente, La Vagabonde (1910) de Colette es su manifiesto. Es una de esas “crisis de identidad sexual” que marcan una recomposición de las relaciones entre los sexos, 111. Se desencadena ofensiva antifeminista (entre otros por parte de las vanguardias) que ataca especialmente a la mujer intelectual, cf. Manifiesto futurista, 111
    -Hay 7 veces más tesis y estudios sobre Sartre que sobre Beauvoir, 116. Las intelectuales de esa época son recordadas sobre todo como esposas de (Clara Malraux, Aragon-Elsa, Sartre-Beauvoir, Schreiber-Giroud…). A Beauvoir la citan por sus crónicas sobre la época y sobre el gran hombre. Ella misma no deja de dar el protagonismo a Sartre. Entre quienes firman los 488 manifiestos publicados por Le Monde entre 1958 y 1969, hay un 11 % de mujeres. El Diccionario de intelectuales franceses cita 40 mujeres entre más de 500 nombres. En el Who’s who de las letras actual el % es 8 %, idéntico al de los años 50 (¡!), 118
    -Cómo se produce invisibilización: -exclusión de los filones de excelencia –marginación profesional –descrédito de su persona – desvalorización de su producción –exclusión del relato histórico. Caso Nathalie Sarraute. “Si la historia no explica estas construcciones sino que las toma como algo dado, no hace más que repetirlas, naturalizarlas, manteniéndolas en un fuera de campo de la historia” 119.
    -“Las instituciones masculinas segregan una cultura específica de autoglorificación y desvalorización de lo femenino”, 120.
    -Tanto Sartre como Beauvoir tienen en común que en sus estudios, solo estudian obras de hombres, ideología de género implícita, 122. Resultado, ella es vista como un ser híbrido, “mujer con cerebro de hombre”, dicen su padre y Sartre. “Los conflictos psicológicos que minan la personalidad de las pioneras no deben ser subestimados” dice Sylvie CVhaperon, 121. Se sienten ilegítimas, vacilantes, bichos raros, frente a hombres que a la inversa están convencidos de sus derechos y su superioridad intelectual, 121.
    -En la historia de los intelectuales (tanto parejas como instituciones: revistas, editoriales, TV, etc) vemos división de funciones: mujeres investigan, redactan fichas, pasan a máquina, etc. Incluso vemos en la correspondencia Beauvoir-Sartre a ella haciendo ese tipo de cosas para él, 122-3.
    -Hay que reescribir la historia de las ideas introduciendo perspectiva de género, p ej se presenta Francia resistente como viril, Francia colaboracionista como femenina. Hay que introducir nuevos criterios p ej ver la importancia de temas como contracepción, homosexualidad, puritanismo, en distintos movimientos políticos (Partido Comunista, existencialismo, etc) y cómo eso influyó en las tomas de partido políticas de las intelectuales, 125. -“Las relaciones amorosas y sexuales deberían entrar por la puerta grande en la disciplina histórica” 128.
    -En los estudios sobre Sartre apenas aparece Beauvoir, y solo en su vida privada, en cambio en los estudios sobre Beauvoir la pregunta sobre la influencia de Sartre es omnipresente, 126. Se estudia mucho feminismo Beauvoir y menos sus otros compromisos políticos, 127.
    -Figura de la mujer emancipada (en lo sexual, intelectual) en la literatura francesa aparece solo fugazmente en el XIX. Primera gran figura de mujer escritora como personaje de ficción en la literatura francesa: Corinne (1807), de Mme. de Stael, pero Corinne, idealizada como poeta (contrapeso a la caricatura de la bas-bleu), sufre doloroso sacrificio de su vida amorosa, 139. Otras escritoras XIX presentan dilema para mujeres: o renunciar a carrera literaria o renunciar a feminidad, 140 ss. Incompatibilidad, transgresión. Stendhal (De l’amour) augura que una mujer de menos de 50 años que publique “si tiene la suerte de tener un amante, empezará por perderlo”, 143. Balzac (Béatrix) atribuye a un personaje el pensar que una escritora es una “criatura monstruosa, combinación inmoral de la mujer y el filósofo”, 143. Balzac presenta a mujer escritora como fracasada en tanto que mujer, no deseable eróticamente. Lo curioso es el contraste entre ese personaje de mujer desgraciada y su modelo real, George Sand, mucho más feliz. Propósito de Balzac: disuadir a las mujeres de ser escritoras, 146-7
    -“Las escritoras son doblemente emblemáticas de la mujer libre, pues no solo trabajan y se ganan la vida sino que mediante la escritura construyen representaciones duraderas y difundidas de lo que ellas son o quieren ser” 147. Ejemplo: Colette, 148, que al contrario de las heroínas de novela, no renuncia ni a la literatura ni al sexo. La Vagabonde es la primera gran representación novelesca de la mujer moderna, autónoma y sexuada a la vez, 153.
    -Cuestión del nombre propio que se aplica a las escritoras (autoresse, etc) y pseudónimo: 149 ss
    -Período entreguerras: en las novelas francesas aparecen muchos personajes de intelectuales, hay una sobrerrepresetnación: los intelectuales se interesan por los intelectuales. Por las biografías de Malraux, Radiguet, Prévost, Nizan…, sabemos que sus compañeras eran traductoras, profesoras, periodistas…, o sea, intelectuales. Pero en sus novelas apenas hay personajes femeninos o si los hay, son todas amas de casa, en todo caso no hay ninguna intelectual, son todas indiferentes a las preocupaciones políticas y filosóficas de sus compañeros. El intelectual de entreguerras siente necesidad de construirse una identidad, una imagen. Quizá por eso necesita infrarrepresentación de mujeres. En esa época intelectuales se sienten culpables de haber creído en el progreso antes de la guerra, de no haber sido lo bastante críticos durante el conflicto, de no haber sido combatientes. Se sienten también culpables de su origen social burgués. Pero no cuestionan su pertenencia exclusiva al sexo masculino. Guerra no cuestiona superioridad masculina pero sí “las jerarquías internas dentro de la masculinidad”: superioridad del combatiente. Para legitimarse, intelectuales se presentan como héroes, combatientes, y para ello necesitan excluir mujeres. Su actividad política se presenta como guerrera: clandestinidad, guerra española, tauromaquia… 170.
    -Guerra permite a los hombres verse como varones “químicamente puros”, liberados de las mujeres a las que ven como domesticadoras del hombre. Intelectuales intentan aplicar este mito a la representación. Y mujeres no protestaron colectivamente de su exclusión, quizá porque se sentían culpables de haber estado a salvo de la batallas, y porque muchas se hicieron pacifistas, con lo cual perpetuaron la visión naturalista de la diferencia de sexos, 173.
    -Desde años 50 escritoras francesas participan en círculos literarios (Nouveau Roman, existencialistas, jurado premio Médicis…). Sin ser claramente feministas se pronuncian a favor de la libertad de costumbres, contra la desvalorización de la literatura femenina (discurso de la androginia), o a favor de una literatura que represente mujeres reales, p ej el hecho de que trabajan, en vez del “décalage” entre la vida de las mujeres y las novelas, 193. Su éxito público obliga a reconocerlas, 194. Aumenta % mujeres entre firmantes de manifiestos: de 11% (1958-69) a 16 % década siguiente. Firman manifiestos por los derechos de las mujeres, sobre todo desde el del aborto (manifiesto de las 343,).- Aspiran a reconocimiento institucional más que a compromiso político. Paralelamente se desarrollan los estudios sobre las mujeres, 200. Aumenta división entre militantes por un lado, por otro teóricas o literatas. Se pasa del “nosotras” militante al “yo” de la autoría, 203. A partir de los años 1980: escritoras se desmarcan de los hombres, del feminismo, y de sus compañeras en colectivos exclusivamente femeninos. Individualización de las carreras. Voluntad de rehabilitar temas femeninos: cuerpo, sexualidad, vivencia de la maternidad, erotismo. Feminismo contribuye a inserción mujeres en el campo literario, 204. Se preguntan por qué ciertos temas tienen legitimidad novelesca y otros no, 205. También ingresan en temáticas nuevas, sociales y políticas: hablan de la fábrica o el hospital (Ernaux, Detambel, Salvayre…), 206.
    -Educación de las mujeres se debate en el XIX igual que educación del pueblo. Motivación: obediencia ilustrada (si no son ingobernables). Romanticismo divide razón masculina/sentimiento femenino, público/privado y teoría/práctica, 213. Discurso que afirma que mujeres son incapaces de abstracción (=matemáticas, filosofía, etc). Recurriendo a biología y medicina se justifica su exclusión por incapacidad innata, mucho más difícil de transgredir que una prohibición, 214. 1896 estudiantes Sorbona se manifiestan gritando: “Pas de femmes à l’Université”, 215. División teoría práctica deja paso a división ciencias-letras, 216. No se suprime la división socio-sexuada de los saberes sino que se desplaza, 216. Al acceder las mujeres a enseñanza secundaria aparecen profesoras que sustituyen a las salonnières. En 1900, hay 624 estudiantes universitarias versus 27.000 chicos. En 1938 ellas son 36 % de bacheliers. 85 % de ellas en letras, 15 % en ciencias. “Se ve que tan pronto como una nueva capacidad es reconocida a las mujeres, se las declara “naturalmente” incapaces de una capacidad supuestamente superior”, 218.- 1971: más chicas que chicas pasan el Bac. En 2000 son 56 % del Bac y de estudiantes universitarios. Pero ellas predominan en letras y ellos en ciencias-técnicas, 219. Ellas son 75 % docentes primaria, pero solo 14 % catedráticas, 220.- Se ha demostrado que para ser juzgada tan competente como un hombre, una mujer necesita haber publicado el doble, 221. Se establece jerarquía entre las disciplinas que encubre jerarquía sexual, 222.
    -Años 70: nueva generación investigadoras que no solo aportan nuevos saberes sobre las mujeres sino que cuestionan fundamentos de las disciplinas, p ej muestran que muchas investigaciones invisibilizan a mujeres o las interpretacn como excepción o desviación de la norma, 222.
    -En movimiento antiglobalización ATTAC, sigue habiendo dominación masculina. Género se ve como problema secundario y propio de organizaciones ad hoc, en vez de integrarlo en análisis políticos, 276. Mujeres son 46 % militantes pero muy escasas en órganos dirección. La dirección considera p ej los alimentos transgénicos como algo mucho más urgente e importante, 281. Explicación para las autora: es más fácil soñar con una justicia que no cuestiona nuestros comportamientos de aquí y ahora, 2181. Sin embargo es evidente que globalización está marcada por género: desregulación neoliberal empeora desigualdades, muje3res sirven para amortiguar el choque de los ajustes macroeconómicos, globalización incluye prostitución, no aplicación de la ley aumenta vulnerabilidad pobres y mujeres, pero “plantear la cuestión de los lazos entre globalización capitalista y relaciones de género suscita incredulidad militantes y provoca discursos de impotencia, fatalismo natural, y envío a asociaciones ad hoc”, 284.. Se alega que no es cuestión económica, lo que ocurre es que la economía académica lo invisibiliza, 286. Las militantes pidieron en vano integración género en todos los debates, o al menos presencia de mujeres conferenciantes en las tribunas. “Es más cómodo para los hombres mantener este tema en las fronteras del gueto feminista”•, 287. “Combatir contra las multinacionales permite a muchos militantes comprometerse sin cambiar”, 288.
    -Con el backlash, censura política, no explícita sino en forma de selección de los temas de los que se puede hablar.295
    -Feminismo de Estado no ligado a autoemancipación ha existido (Kemal, URSS), inconveniente: puede disuadir a las mujeres de tomar iniciativas por sí mismas.
    -Historia de las mujeres surge en Francia en los años 60-70 por influencia Foucault, por renovación antropología que4 incita a historiadores a trabajar sobre la familia y lo simbólico, por corriente que se interesa por mentaldiades, demografía, lo cotidiano,… pero sobre todo por feminismo, que busca orígenes opresión. “Ningún otro terreno de la historia tiene un vínculo tan fuerte con un movimiento militante, ni siquiera la historia obrera”, 314. Cuestión actualmente pendiente es que se integre en la historia, sea enseñada en la universidad, alcance al público, y sus aportaciones pasen a la enseñanza primaria y secundaria – en vez de la situación actual: militancia académica, marginalización de la historia de las mujeres pese a su dinamismo intelectual, 314.
    -Historia de las mujeres busca nuevas fuentes: diarios íntimos, testimonios orales, correspondencia, 316.al principio se estudia dominación masculina/opresión femenina, también se estudia una cultura femenina, pero eso mantiene mito de naturaleza femenina. Desde años 80 se hace una historia más relacional: relaciones hombres-mujeres, con contradicciones, avances, retrocesos, y una relectura sexuada de los fenómenos históricos, se empieza a hacer historia de lo masculino, se intenta articular género, clase, religión, etc, 317. Historia de l s mujeres tiene buena acogida del público y surgen colecciones, pero dirigentes editoriales y académicos pertenecen a élite masculina y lo desdeñan, 319. Las investigadoras no reivindican women’s studies porque eso las aparta del poder. Las militantes comparten la desconfianza del feminismo francés hacia el Estado y las tentativas de recuperación, 320. En suma situación paradójica: tema que atrae a editores y públicos, su reconocimiento inte4lectual ha progresado, se divulga… pero poco reconocimiento institucional. “La necesidad de una lectura sexuada del mundo social está aún por hacer”, 322. Historia de las mujeres se sigue viendo como algo especializado y suscita hostilidad teñida de antiamericanismo, 323.

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  5. Quiero ser un hada (@quieroserunhada)

    Hola, si que hablamos en el mismo plano: El plano de romper los roles de género. Lo que no hablamos es con las mismas definiciones, dado que yo uso unas definiciones de masculino y femenino ligeramente distintas a las tuyas. Pero eso no quita que pueda entender lo que tu dices bajo tus definiciones, y que esté de acuerdo.

    Lo que estoy haciendo ahora no es discutirte sino justificarme. Quiero dejar eso bien claro: Estoy completamente de acuerdo con todo lo que tu dices, solo pretendo aclarar mi posición, que no es distinta de la tuya salvo en algún pequeño detalle.

    Por ejemplo, me parece muy importante lo que dices de deconstruirse y volverse a construir, y solo entonces aceptar tus características como propias y no como impuestas por la sociedad. Lo suscribo totalmente. Y disculpa si he entrado en el terreno personal. Lo cierto es que no me gusta hacerlo aunque sea sin mala intención y trato de evitarlo. Pero no, no entiendo el mundo como un sistema binario, y el hecho de que acepte para mi algunas de las características feministas que nombras, y otras no, lo demuestra.

    Lo que si trato como binario es el concepto masculino-femenino. Pero solo por definición, no como la obligación de situarse en uno de los polos por completo. Es cierto que masculino y femenino son constructos, pero es que casi todas las palabras abstractas lo son. A la hora de la verdad nada encaja por completo en esos conceptos construidos, pero aún así los usamos por que nos ayudan a transmitir ciertas cosas. Pero el usarlos no significa que comulgue con ellos o los acepte completamente.

    De nuevo insisto, todo esto que escribo aquí no es una crítica al artículo, que ahora entiendo mejor en su concepto aunque siempre he estado de acuerdo con el en términos generales. Creo que de nuevo es un problema de definición. Por ejemplo, yo tengo una definición distinta de «inferior», que si implica ser malo, cosa que tu niegas y por tanto veo que no manejamos la misma definición. En el hecho de preferir que me protejan, o ser infantil, no me considero inferior, por ejemplo. Pero si puedo entender que bajo otra perspectiva más benigna de la idea que yo tengo de «inferior». Por ejemplo, he aceptado «débil» y «vulnerable» como conceptos no negativos, y bien podría hacer lo mismo con «inferior».

    No niego que históricamente se ha minusvalorado a la mujer, es algo evidente. Pero en cuanto a hablar de si es inferior lo femenino, entonces ya entramos en cuestión de definiciones y por tanto se complica la cosa más de lo que pretendo. Simplemente defendía que ser femenino a día de hoy no tiene nada de malo, cosa en la que ya veo que coincídes. Lo malo es imponerlo o presuponerlo.

    Lo que si te voy a discutir es que lo masculino es más libre. Lo parece, pero no es así. Los hombres, tan «valientes» que se nos presupone, no podemos ni salir con una falda a la calle sin sentir vergüenza. Y en el resto de las interacciones igual. El presupuesto de que el sexo debe de ser prioritario para nosotros, o que debemos ser ambiciosos, competitivos, arriesgarnos,… No es ni más ni menos libre, simplemente lo es de una manera distinta.

    A mi la idea de ser mujer me parece tremendamente liberadora, aunque se que es solo por que no me restringen los prejuicios que si se les inculcan a las mujeres. Pero el caso es que si que deseo librarme de este rol. Permíteme un vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=b3KUyPKbR7Q Estas imágenes, la actitud, los gestos, la sonrisa,… es algo que me gustaría poder permitirme a mi, y no puedo. No es que sea masculino. No lo soy en absoluto. Es que tengo miedo a la opinión de los demás. Por ello quiero que lo femenino sea tan bien valorado como lo es lo masculino, aunque eso si, sin imponérselo a nadie.

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  6. Fernández Hernández

    Creo que escribes desde el prisma estrictamente personal y psicológico (efectivamente, el modelo de género también construye lo masculino). Yo hablo desde lo histórico y desde la restricción de espacios y del conocimiento. Pienso que cada cual es libre de meterse en la caja que quiera. Son los procesos históricos de exclusión los que me interesan. Desde ese punto de vista los hombres blancos ricos son la clase dominante sin discusión. La vertiente psicológica del asunto me interesa menos. Me interesa la proyección cultural, social e histórica de lo psicológico. No sé si me explico.

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    • Quiero ser un hada (@quieroserunhada)

      Es cierto que hablo desde un prima personal y psicológico, pero es que creo que es un requisito para cambiarme a mi mismo. Y cambiarme a mi mismo, es un primer paso para cambiar el mundo.

      En cuanto a lo histórico, lo cierto es que no entiendo el objetivo. Conste que me gusta también el tema histórico y antropológico y tengo mis propias teorías, pero sin conocer tus objetivos al respecto me siento un poco como sin rumbo. Por ejemplo, discrepo en cuanto a que el hombre blanco y rico sea la clase dominante sin discusión. Ahí tienes a los judíos en laAlemania nazi que cumplían esas tres características y sin embargo pronto perdieron su riqueza.

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  7. Fernández Hernández

    «Por ello quiero que lo femenino sea tan bien valorado como lo es lo masculino, aunque eso si, sin imponérselo a nadie». No se trata de minusvalorar lo femenino o lo masculino, sino de saber que es una construcción que puede deconstruirse y destruirse. Por otro lado, hay que saber que, históricamente, lo femenino caracteriza a una persona inferior por naturaleza. En las sociedades patriarcales (todas) lo femenino es sinónimo de inferioridad. No sé si se puede decir qué es bueno o malo per se, pero sí se puede contar lo que es considerado mejor y lo que es considerado peor a lo largo de los siglos.

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  8. Fernández Hernández

    En fin, si prefieres mirar el dedo en vez de la Luna… No trato de buscar argumentos de dudosa pertinencia para llevarte la contraria (los judios fueron en ese momento histórico sujeto subalterno de la Historia por su religión, qué manera más fea tienes de retorcer los hechos históricos). Te vuelvo a animar a que leas sobre lo que significa la subalternidad históricamente. Si ha algo que estoy descubriendo ahora mismo es que me ha ayudado más a la hora de reconstruir mi subjetividad (lo psicológico) el conocimiento de la Historia, de las corrientes críticas de pensamiento y de las investigaciones en género que todas las disgresiones personalistas que llevaba años haciéndome a mí misma. Y, si me permites, lo voy a dejar aquí.

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    • Quiero ser un hada (@quieroserunhada)

      No pretendía plantearlo como una crítica, simplemente no se a donde estás apuntando. Eso era lo que te preguntaba. Ya se sobre historia, por eso lo que me ayuda ahora es aprender sobre psicología o sobre mi mismo. Es tan simple como que no veo que haya discrepancias en cuanto a lo que planteamos, y por tanto no veo que pueda aprender en ese sentido.

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  9. Pajarito sin cola

    La pancarta de Chanel «Feministe mais feminine» se traduce literalmente del francés como: «feminista pero femenina». Por lo que, desde mi humilde punto de vista, creo que seria bueno que te replantearas otra vez el todo el post.

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      • Espontaneo

        No soy el pajarito sin cola pero creo poder contestar por él. Has montado una hipótesis sobre la desaparición de esa pancarta por un mensaje que lanza que, en realidad, no es correcto (basta con traducir la pancarta bien), eso lo desmonta todo. A mí no me parece mal la reflexión que haces pero en ese aspecto te pasa como a Eduard Punset, que de una idea te montas una película para luego sacar una reflexión. De ahí las «observaciones» de la gente.

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      • Fernández Hernández

        Pues sigo sin entenderlo. Si puedes explicármelo te lo agradezco. ¿Cuál es la traducción que hago yo? ¿Me copias la frase?

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    • Fernández Hernández

      A veces tengo la impresión de que muchas personas no leen los blogs para saber de otros puntos de vista o enterarse de cosas que les puedan resultar interesantes, sino que leen en contra, agazapados o embozados, a la que salta, cegados por las las irrefrenables ganas de resaltar un supuesto error que, las más de las veces, es producto de un fallo en la lectura comprensiva del que lee. Otras muchas simplemente han de procesar una opinión que pertenece a otro espectro ideológico y les es totalmente imposible, como si no pudieran convivir durante breves segundos en su sistema dos ideas antitéticas. Son incapaces de controlar una pulsión ciertamente cansina de defender no sé qué sentido de la propiedad de no sé qué verdad. Totalmente desconcertados por la posibilidad de que su narrativa no sea «la correcta» o «la verdadera», han de erradicar al de enfrente. Con lo divertido y sano que es tener una idea y la contraria. No existe más verdad que la del discurso que uno elige mantener en un momento. En este momento. Y todo esto también lo escribo con toda la humildad que está al alcance de mi teclado. Y que, ahora mismo, después de haber tenido que tirar a la basura decenas de comentarios ilegibles de absurdos trolls atraídos por las bragas de una muchacha de la tele, es poquísima.

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  10. Anonimo

    Cuando te sales de lo politicamente correcto, es normal que mucha gente no esté de acuerdo contigo. Lo que me sorprende mas es que tu, como autora, desprestigies a la gente que sigue teniendo una idea socialmente aceptable (o que use su libertad de expresion). He leido muchos blogs en mi vida, algunos los he apoyado, de otros he sido hasta expulsado y no paro de asombrarme de la cantidad de veces que la gente escribe blogs para sentirse en la cuspide del pensamiento y adoctrinar a la plebe. Tu blog esta bien, pero no caigas en la idea de que «lo que tu dices es mejor que lo que dicen los demas».

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    • Fernández Hernández

      Tienes razón, soy aún muy burra. Todavía no he llegado a esa ataraxia del conocimiento en la que la tolerancia te sale de verdad del mismo hipotálamo. Pero es que todo lo vivo así, a tope con la idea. Muchas veces me la tengo que comer, es verdad, pero por muchas ostias que me he llevado a lo largo de mi larga vida no lo puedo evitar. Me sale así. Y entiendo que moleste porque bien que me molesta a mí cuando me encuentro otro troll como yo. En fin. Trataré de enchufarme más azúcar y menosl hiel. Este blog es un refuerzo personal existencial. No se escribe para convencer a nadie ni para que lo lea nadie ni para lograr la aprobación de nadie. No pretendo adoctrinar, aunque puede que mi estilo esté viciado porque me gano la vida teniendo que vender ideas y tenga un deje comercial. En realidad, es un grito, un desahogo, una búsqueda y una trampa para otras raras y raros que se encuentren en modo rechazo como yo. ¿Mejor? Todavía no sé lo que es bien, amiga Adivina.

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  11. Palma

    Estoy intrigada por saber cómo se supone que habías traducido tú la pancarta…

    Pues yo leo tu blog para ampliar conocimiento de una manera amena, para reflexionar, para afinar mi punto de vista y para compartirlo con otras personas, que buena falta hace.
    No te ralles que lo haces muy bien, hehe

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    • Fernández Hernández

      No me rallo amiga 🙂 Es que no he traducido la pancarta, por eso pregunto… Me parecía obvio lo que decía. Se ve que una cosa es leer y otra cosa es la lectura comprensiva. Gracias por pasarte por aquí 🙂

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  12. alterego

    Las bragas de la Pedroche me han traído hasta aquí, como se suele decir no hay mal que por bien no venga. A mí aun me cuesta digerir ciertos postulados de lo que planteas, en buena parte por que creo que como todo sujeto atravesado por su tiempo y espacio estoy lleno de contradicciones, en algunas «decido», y en otras «me deciden». Aprender a vivir y convivir con ello es importante para el común de los mortales, es duro replantearse todo a todas horas. Pero se agradecen personas como tú que desde el respeto y las mejores intenciones (aparte de un sano narcisismo ;p) nos muestran el camino para que podamos ejercer pequeños cambios cotidianos. Sigue así. Saludos desde México.

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    • Fernández Hernández

      Bienvenido Iván! Estoy contigo: no podemos estar autoanalizándonos constantemente. Pero a mí me alivia la idea de que podemos, hasta cierto punto, «decidirnos» si estamos bien armados mentalmente. Sobre el narcisismo, supongo que todo aquel que escribe tiene que llevar un plus de eso, pero mi talón de Aquiles es la soberbia, su hermana mayor.¿Será también soberbia pensar que, en realidad, podemos modificar en alguna medida quién somos? 🙂

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  13. Laura A

    Hola!
    He leido este post: https://orbitadiversa.wordpress.com/2013/10/02/la-talla-38-vista-por-una-mujer-arabe/ que me parece al hilo del articulo! Como siempre, espero el feedback con avidez! 🙂
    Pequeño inciso, fantástico el debate de violencia de género https://www.youtube.com/watch?v=tnPuYPb5xfI…me quedé de piedra cuando salió el tema de «las 50 sombras». POR FIN, veo que no soy la única q no da crédito de cómo ha podido gustar, y tanto, a las mujeres y alucina con que el libro haya triunfado!!! he intentado discutirlo con mis amigas, pero ninguna era capaz de comprender mi crítica.Preciso que somos todas menores de 30,no creo que eso importe, pero subraya el peligro del espejismo de la igualdad conseguida.
    Hasta pronto y sigue así Hernandez!!

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    • Fernández Hernández

      ¡Soy tan fan de Fátima Mernissi! Las feministas del mundo árabe nos han hecho notar a las mujeres occidentales que también cargamos con nuestro propio burka, interiorizado exactamente igual que las mujeres que se cubren de cabeza a pies. Nos escandaliza el aparente acomodo de las musulmanas religiosas a tal restricción de su libertad, cuando nosotras vemos totalmente lógica la presión a la que el sistema patriarcal-capitalista nos somete y hasta encontramos que no podremos ser felices si no somos bellas para el mercado. Con todo nuestro conocimiento, nuestra libertad, nuestros libros, no logramos emanciparnos de la programación y el lavado de cerebro que nos infringe un sistema simbólico que nos violenta.

      No he leído a Grey. Y por lo que conozco del BDSM, sería mucho más ajustado a realidad que el tío con poder se dirigiera a una ama, no que buscara una esclava… Así que supongo que tira de esa fantasía de la dominación (hasta de la violación) que tienen las mujeres que han sido educadas para reprimir lo sexual. De hecho, creo que la autora es una señora mayor que escribió esos relatos porque estaba en plena crisis erótica… De todos modos, todas hemos sido educadas para valorar ese rollo machodominante y testosterónico y me parece lógico que triunfe entre las que aún se creen ese cuento o no han podido desembarazarse de ese chip maligno. Con lo que sí alucino es con que el mercado recurra a estímulos cada vez más primarios para vendernos de todo.

      Nos estimulan con caca-culo-pedo-pis. ¿Qué burdo no?

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